Hagamos una pequeña reflexión. Si como adultos muchas veces nos cuesta asimilar que no podemos caerle bien a todo el mundo y nos afectan los comentarios negativos de los demás, es normal que cuando hablamos de adolescentes todavía les sea mucho más difícil. Esto no solo se explica por la ausencia de autoestima. Ocurre por varios motivos.
Su cerebro está “en construcción”. Durante la adolescencia el cerebro se reorganiza para poder ser más eficiente y permitir hacer razonamientos mucho más complejos. Este proceso de maduración no termina hasta, en torno, los 25 años, y lo último que termina de madurar es el lóbulo prefrontal, que es el encargado de regular las emociones. Por eso les cuesta más manejar las emociones desagradables asociadas a la crítica y a las presiones negativas.
Además, durante la adolescencia, las hormonas sobreexcitan el sistema mesolímbico, que es dónde se generan las emociones, por eso se siente todo con tanta intensidad.
También, en este periodo, se construye la personalidad. Dicha construcción ya no se realiza solo en el entorno familiar, sino que los amigos pasan a ser mucho más importantes. Tener un grupo de iguales es fundamental para que este proceso se desarrolle correctamente. Los adolescentes necesitan sentido de pertenencia y cuando se sienten rechazados se activa la misma área cerebral que cuando estamos en peligro. Por eso tienen esas reacciones que a los adultos nos pueden parecer exageradas cuando, por ejemplo, se enteran de que sus amigos han quedado sin ellos, o no les permiten participar en algún plan.
A todo esto, se suma la influencia que tienen las redes sociales, dado que su grupo ya no solo se limita a los amigos del instituto, colegio, barrio, actividades… sino que también cuentan las interacciones en línea y los comentarios que puedan recibir.
Por eso es tan importante que desarrollen una buena autoestima, para que adquieran la suficiente confianza y puedan resistir la presión negativa que muchas veces hay en las redes.
Autoestima y autoconcepto
Antes de trabajar la autoestima, es necesario trabajar el autoconcepto.
El autoconcepto es la imagen que cada uno tenemos de nosotros mismos, conocer bien nuestras características tanto positivas como negativas. Implica saber reconocer cuáles son nuestras propias habilidades, nuestros puntos fuertes y los débiles.
Por otro lado, la autoestima consiste en la valoración personal que hacemos sobre nuestra persona, incluyendo también esos aspectos negativos. Tener una buena autoestima no significa que me crea el mejor en todo. Significa que tenemos una actitud positiva hacia nuestra persona, que nos tratamos con cariño, incluso ante las dificultades.
La autoestima se trabaja y se puede mejorar
Para ello:
· En primer lugar, hay que aprender a ser objetivo. Tener muy claro cuáles son nuestras características: nuestras virtudes y nuestros defectos. Decirnos que soy estupendo, que valgo mucho… no siempre es tan efectivo. Funciona mucho mejor siendo objetivo: se me dan bien las matemáticas, tengo buenos amigos… y evitar ser catastrofista con lo que se nos da mal. Se trata de aprender a aceptarnos como somos.
· Sé consciente de cómo es tu lenguaje interior, cómo te hablas a ti mismo. En muchas ocasiones somos nuestro peor enemigo, y no hace falta que tus profesores, padres o amigos te critiquen, o que te digan algo en las redes sociales. Tú mismo puedes llegar a ser incluso más cruel de lo que ellos serían. Por eso es tan importante aprender a tratarnos con cariño y con respeto, siendo un poco más autocompasivos y perdonando nuestros fallos.
· Es cierto que esto no es fácil, sin embargo, la única persona que tenemos garantizada que va a estar con nosotros hasta el final de nuestros días somos nosotros mismos. ¿No nos merecemos intentar llevarnos bien? ¿Te apetecería quedar con un amigo que siempre te trata mal? Puedes probar a empezar a hablarte como si fueses un amigo, ¿en qué términos lo harías? Se trata de aprender a ser amable con uno mismo.
· Evita compararte. No estás en ningún concurso para ver quién tiene más seguidores, más likes. No bases tu autoestima en eso, porque no es algo que tenga que ver con tu esencia y con quién eres de verdad. Recuerda que la gente miente y en las redes sociales aún más. No es oro todo lo que reluce. Las fotos llevan filtros y las redes son el escaparate de la vida, lo que queremos mostrar y vender, no la realidad.
· El error es una fuente de aprendizaje. De hecho, existe un aprendizaje que se llama así: “aprendizaje por ensayo y error”. Vivimos en una sociedad que demoniza el error y nos lo vende como un fracaso cuando en absoluto tiene por qué ser así. De los errores se puede aprender y mucho.
· ¿Quién es la persona más importante de tu vida? Espero que la respuesta sea: “YO”. Eso implica que tu opinión, tus sentimientos y tus gustos cuentan, por lo menos, igual que los de los demás. Muchas personas, por ser validados y gustar a otros, comenten el gran error de dejar de gustarse a sí mismos. Se trata de aprender a ser independientes de la opinión de los demás. No es fácil, pero se puede conseguir.
No conozco la clave del éxito, pero la clave del fracaso es tratar de complacer a todo el mundo (Woody Allen)