La frecuencia cardíaca es un indicador de salud y aporta información pronóstica. Y es que esta nos arroja datos importantes sobre nuestro estado físico cardiovascular. Generalmente la frecuencia cardiaca baja se ha asociado con menor riesgo de mortalidad de causa cardiovascular. Por eso es importante que conozcamos cuántas son las pulsaciones normales en reposo.
Sin embargo, responder a esta pregunta no es del todo sencillo, ya que múltiples factores afectan a la frecuencia cardiaca. A continuación, hablaremos sobre ellos -y sobre las pulsaciones normales por edades, entre otras cosas- por lo que si quieres salir de dudas, te recomendamos que sigas leyendo.
¿Cuántas pulsaciones son normales estando en reposo y cuándo debemos preocuparnos?
Como hemos mencionado antes, diversos factores influyen a la hora de considerar cuántas son las pulsaciones normales estando en estado de reposo.
Se ha de tener en cuenta la edad, la condición física , el peso, el grado de actividad, la raza y la presencia de enfermedades asociadas, como enfermedad cardiovascular o diabetes. Por supuesto, ser fumadores, el consumo de alcohol, café, bebidas energéticas o tomar determinados medicamentos son factores que igualmente influyen. E incluso hay otros como la temperatura, la posición de nuestro cuerpo o emociones (estrés, por ejemplo).
Diversos estudios, así como los consensos de expertos, han establecido que la frecuencia cardiaca normal se sitúa entre 60-90 lpm. La American Heart Association, define como valores normales entre 60-100 lpm.
Cuanto más bajas sean nuestras pulsaciones, por lo general, más eficiente es nuestra función cardiaca. Por ejemplo, un deportista bien entrenado puede llegar a tener 40 pulsaciones por minuto.
Por otro lado, si las pulsaciones se sitúan por debajo de 60 lpm hablamos de bradicardia. La bradicardia es frecuente en deportistas o personas con buen alto entrenamiento deportivo. No siempre es signo de enfermedad cardiaca, pero si va asociado a síntomas como cansancio, ahogo, mareo… se debe consultar con el médico.
Por el contrario, si la frecuencia cardiaca está por encima de 100 lpm estamos ante una taquicardia. Este aumento de la frecuencia puede deberse a múltiples enfermedades como fiebre, anemia, hipertiroidismo o enfermedades cardiacas. Si aparece en reposo de forma mantenida o asociado a síntomas como palpitaciones, mareo, ahogo… se debe consultar con el médico.
Pulsaciones normales por edades
Ya hemos mencionado que nuestras pulsaciones normales en reposo también dependerán de la edad. Y es que según nuestros años, lo que se considera ‘normal’ puede variar. Las pulsaciones normales se pueden catalogar por edades con la siguiente clasificación:
- Niños de 3 a 4 años de edad: 80 a 120 latidos por minuto
- Niños de 5 a 6 años de edad: 75 a 115 latidos por minuto
- Niños de 7 a 9 años de edad: 70 a 110 latidos por minuto
- Niños de 10 años o más, adultos y ancianos: 60 a 100 latidos por minuto
- Atletas bien entrenados: de 40 a 60 latidos por minuto
Cabe destacar que los ancianos son los que más atención debe prestar a su frecuencia cardiaca. Y es que los problemas cardiovasculares son la principal causa de mortalidad en este grupo de edad. Por ejemplo, deben de estar pendientes de si su ritmo natural del corazón sufre cambios, ya que en este caso puede ser una señal de estar sufriendo algún tipo de arritmia.
Conocer la frecuencia cardiaca normal cuando nos han diagnosticado de una cardiopatía puede ayudar a sentirnos más seguro y a mejorar nuestra calidad de vida.
Cómo medir nuestra frecuencia cardiaca
Por norma general, la forma más común de averiguar si nuestra pulsaciones en reposo son normales es medirnos el pulso con nuestra propia mano estando en reposo.
Para ello, debe permanecer sentados entre 5 y 10 minutos antes de tomarnos el pulso para estar en estado de reposo. Luego se han de colocar los dedos índice y corazón en el cuello, justo al lado de la tráquea o bien en la muñeca. Cualquiera de estas dos formas son válidas. Una vez notemos el pulso, contaremos el número de latidos durante 15 segundos. Entonces, hay que multiplicar el número de latidos por cuatro para conocer nuestras pulsaciones por minuto.
Si bien esta es una forma perfectamente válida para medir nuestras pulsaciones, un dispositivo de medición (pulsómetro) nos puede ayudar mucho, especialmente si ya tenemos cierta edad en la que hemos de controlar más el estado de nuestra frecuencia cardiaca. Estos dispositivos nos ofrecerán en tiempo real nuestras pulsaciones. Llegan, incluso, a avisarnos cuando algo se sale de lo normal. Sin embargo, no se deben utilizar para el diagnóstico de una enfermedad. Si los valores salen claramente alterados, debemos consultar con el médico para que lo valore.
Movistar Salud cuida de ti y de los tuyos
Como ocurre con cualquier afección, lo mejor que podemos hacer si detectamos que nuestras pulsaciones en reposo no son normales es consultar a un especialista, como los que ofrece Movistar Salud.
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