En la actualidad, conectarte a Internet es prácticamente sinónimo de hacerlo a un punto WiFi, con permiso de la conectividad móvil. El WiFi ha sido el responsable de que Internet esté disponible más allá de un mero cable Ethernet. Desde hace años podemos conectar decenas de aparatos a Internet a través del WiFi de, por ejemplo, tu Router Movistar.
Pero aunque el WiFi sea una tecnología que usamos a diario y a todas horas, que creamos casi mágica desde nuestro Router, no todos conocen su origen o algunas las curiosidades del WiFi que lo convierten no solo en una herramienta útil sino también en una historia fascinante para leer y para contarle a cualquiera.
Con anterioridad hemos tratado varios de los mitos sobre el WiFi más extendidos. Y también hemos hablado de su versión más reciente, el WiFi 6. A continuación, hablamos sobre qué significa WiFi y listamos algunas de sus curiosidades y anécdotas.
No podemos hablar de curiosidades sin saber qué significa WiFi
Dice la Wikipedia que la conexión inalámbrica que conocemos como WiFi nace de la unión de varias empresas del sector de las comunicaciones. En 1999, nombres icónicos como 3Com, Lucent, Nokia o Symbol Technologies crean la WECA, acrónimo de Wireless Ethernet Compatibility Alliance, o en castellano, Alianza por la Compatibilidad de un Ethernet Inalámbrico.
Como su nombre indica, querían crear una tecnología inalámbrica que permitiera conectar dispositivos sin necesidad de cables. En abril de 2000 lanzarán su primera versión de esta tecnología, que todos conoceremos bajo el nombre WiFi y que a nivel técnico se llamó IEEE 802.11b. Un estándar de la industria que lo cambiaría todo.
Sin embargo, para llegar ahí, otros tuvieron que hacer parte del trabajo. Como ocurre con muchos inventos importantes, no hay un único responsable. Y si hablamos de curiosidades del WiFi, siempre surge el nombre de Hedy Lamarr, actriz de Hollywood que participó en más de 30 títulos y que en 1942 patentó junto al compositor George Antheil una técnica de modulación de señales. En origen debía ser un sistema de comunicación secreto para usar en tiempos de guerra, pero sentó las bases de tecnologías inalámbricas tan populares hoy como Bluetooth y WiFi.
En 1971, la Universidad de Hawai pone en práctica esta tecnología para conectar una red de ordenadores, ALOHAnet. Hawai es un archipiélago, por lo que conectar sus islas por cables resulta harto complicado. Con este proyecto, lograron enviar paquetes de datos a través de ondas UHF, sentando las bases de tecnologías como Ethernet y WiFi.
Finalmente, en 1991, NCR y AT&T crearon una tecnología llamada WaveLAN pensada para comunicarse con cajeros automáticos sin cables. De aquí surgen las bases del protocolo que conoceremos técnicamente como IEEE 802.11.
Quién es el dueño de esta conexión inalámbrica
Las patentes atestiguan de quién es el propietario o dueño de una tecnología. Pueden estar en manos de particulares o de empresas o instituciones académicas o públicas.
Con el propósito de estandarizar la conexión inalámbrica WiFi, la WECA, que pasó a llamarse Alianza Wi-Fi o Wi-Fi Alliance, es la encargada de definir cómo funciona el WiFi y de definir su estándar, lo que conocemos como IEEE 802.11.
De ahí que las patentes asociadas a esta tecnología sean propiedad de la Alianza Wi-Fi, dentro de la cual están representadas la práctica totalidad de empresas relacionadas directa o indirectamente con esta conexión inalámbrica.
Un galimatías de letras y números
Hemos dicho varias veces que lo que todos llamamos WiFi se conoce técnicamente como IEEE 802.11. IEEE es el acrónimo de Instituto de Ingenieros Eléctricos y Electrónicos, un organismo internacional que define y certifica tecnologías como la propia WiFi.
Durante años, la conexión inalámbrica WiFi ha ido evolucionando para ofrecer velocidades cada vez mayores y otras funciones, como mantener una conexión homogénea, gestionar más dispositivos a la vez, etc. Así, el primer WiFi se llamaba IEEE 802.11b y los siguientes fueron añadiendo las letras del abecedario.
En el pasado, las versiones más populares fueron IEEE 802.11b, IEEE 802.11g y, también, IEEE 802.11n. Con el tiempo, la nomenclatura se volvió más confusa todavía con IEEE 802.11ac y, finalmente, IEEE 802.11ax.
Para resolver este galimatías, se decidió renombrar el WiFi con una numeración más clara. Lo que conocemos técnicamente como IEEE 802.11ac es hoy WiFi 5. Y la versión más reciente, IEEE 802.11ax, la conocemos popularmente por WiFi 6. En la ficha técnica de un iPhone 12, por poner un ejemplo reciente, indica que es compatible con “Wifi 802.11ax (6ª gen.)”.
WiFi en todas partes
La tecnología WiFi está en todas partes, literalmente. No solo tu ordenador o tu teléfono inteligente se pueden conectar vía WiFi. Hace tiempo que también encontramos esta tecnología inalámbrica en televisores, videoconsolas, relojes y pulseras inteligentes, altavoces y equipos de música, despertadores, electrodomésticos como lavadoras, neveras u hornos, y qué decir de aparatos como los robots aspiradores, cámaras inalámbricas e incluso bombillas y sistemas de iluminación para interiores y exteriores.
Y qué decir de los altavoces inteligentes, que hacen las veces de aparatos de radio, asistentes personales y mucho más. Pero la lista de dispositivos, aparatos y útiles con WiFi no para de crecer hasta límites inimaginables.
Por ejemplo, desde hace años, una popular marca de jarras de agua con filtros tiene versiones con WiFi integrado. También hay tostadoras con WiFi, cafeteras automáticas con WiFi y qué decir de las básculas y cepillos de dientes eléctricos con conexión inalámbrica que transmiten tus datos a tu teléfono a través de una app.
Récords de velocidad
Dentro de las curiosidades del WiFi, hemos hablado de sus distintos nombres. Para el usuario medio, el WiFi siempre ha sido el WiFi, pero a nivel interno, esta tecnología ha ido mejorando con los años. Para empezar, el ancho de banda empleado por la señal WiFi ha sido 2’4 GHz hasta la llegada de las versiones más recientes, que emplean 5 GHz.
La primera versión de WiFi alcanzaba los 11 Mbit/s, aumentando hasta los 54 Mbit/s (IEEE 802.11g) y 300 Mbit/s (IEEE 802.11n). Con el salto de ancho de banda, las tecnologías WiFi más recientes han subido el listón. WiFi 5 (IEEE 802.11ac) alcanza velocidades de entre 800 Mbps y 1’73 Gbps. Por su parte, WiFi 6 (IEEE 802.11ax) llega a los 2’4 Gbps.
Una familia de tecnologías
Aunque la tecnología WiFi es la más popular, en su árbol genealógico encontramos otras tecnologías inalámbricas que también encontramos en multitud de dispositivos. Dos de ellas son Bluetooth y ZigBee.
Ahora que ya sabemos qué significa WiFi, lo que conocemos como Bluetooth recibe el nombre técnico o estándar IEEE 802.15.1. Similar al WiFi, su alcance y velocidad de transmisión de datos son menores, por lo que resulta una buena alternativa para conectar periféricos o dispositivos sin cables a corta distancia. Curiosamente, tanto WiFi como Bluetooth emplean el ancho de banda de 2’4 GHz.
Encontramos el Bluetooth en multitud de periféricos como altavoces, auriculares, ratones y trackpads, teclados, etc.
Por su parte, ZigBee pertenece también al árbol familiar de WiFi. Su estándar es el IEEE 802.15.4 y también aprovecha el ancho de banda de 2’4 GHz. Aunque no es tan popular como el estándar Bluetooth, poco a poco ha sabido introducirse en dispositivos de domótica como sensores, bombillas y enchufes inteligentes, controladores inalámbricos…