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Historias de Telefónica: El Hilo Musical

En nuestro nuevo episodio de #HistoriasDeTelefónica recuperamos el Hilo Musical. Uno de esos servicios que formaron parte de la vida de los españoles durante los años 70, el Spotify de entonces. Un servicio de Telefónica que permitía escuchar música a la carta sin anuncios, de manera continuada en oficinas, tiendas o salas de espera. Así, se adelantó décadas a los servicios de música a la «carta» que llegaron en el siglo XXI. 

Poneros cómodos que os contamos el origen e historia del Hilo Musical

Los orígenes del Hilo Musical

En los años 60 se produce un incremento de la demanda de servicios de telecomunicaciones diversificada. Ante tal reto, Telefónica responde con la creación de nuevas sociedades adaptadas a las exigencias del público. Entonces, en el año 1966 propone la creación de una sociedad comercial especializada en la explotación de servicios directos de comunicación o de actividades relacionadas con las telecomunicaciones. Aunque de difícil encaje directo dentro del marco clásico de Telefónica, por ejemplo: 

  • Canales privados de radio por línea telefónica
  • Antenas colectivas de televisión
  • Impresión de guías telefónicas.
  • Publicidad en las cabinas telefónicas

O como en el caso que nos atañe, el servicio de música a la carta que se conoció como Hilo Musical. 

La empresa se crea con el nombre de Comercial de Servicios Electrónicos (COSESA). Rápidamente, tomó en sus manos la venta de centralitas privadas y servicios de organización y asesoramiento técnico a los clientes.

Entre sus éxitos, como hemos indicado previamente, estuvo el desarrollo del servicio de hilo musical. No tardó en alcanzar los 7.000 abonados. Junto a la comercialización de innovaciones como el mensáfono, el lanzamiento de la televisión por cable tuvo una enorme trascendencia para el futuro.

El servicio de Hilo Musical se inauguró el 1 de octubre de 1969 en la planta de grabaciones especiales de Radio Nacional de España (RNE). Ubicada en la central telefónica de Madrid-Prosperidad, comercializado por la empresa Comercial de Servicios Electrónicos, S.A. (COSESA), creada años antes, tal como hemos señalado previamente.

El Hilo Musical se lanzó comercialmente el año 1971. Rápidamente se convirtió en un servicio clásico en los hogares de más poder adquisitivo y en algunos despachos profesionales. Difundía originalmente seis canales de música y costaba 425 pesetas al mes (2.5€). Recordemos que el sueldo medio en aquella época era de unos 30-40€) e incluía una revista con la programación mensual. 

Para su funcionamiento, utilizaba la línea telefónica del cliente y había distintos terminales que recibían y reproducían estilos musicales variados con una gran calidad de sonido. Fue el Spotify de unos años musicalmente espléndidos. Los que vivieron esa época, seguramente lo asociarán a las salas de espera del dentista. Allí, la ansiedad se reducía con el canal de música ambiental. Reinaban Ray Conniff y Paul Mauriat con versiones chill out de boleros, baladas y grandes éxitos melódicos, y para para los más «osados» había una canal de música «moderna».

En el año 1987Amper compró COSESA por 1.700 millones de pesetas. En la transmisión patrimonial no se incluyó la división de hilo musical. Su comercialización pasó a ser realizada, a partir de entonces, por una filial que más adelanta constituyó para tal efecto Telefónica y de la que hablaremos más adelante. 

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¿Cómo funcionaba el Hilo Musical?

Hilo Musical en España, era el nombre comercial por el cual se conocía en nuestro país a la TDAF (TeleDifusión por Alta Frecuencia) o HF-TR (Hochfrequenz-Telefonrundspruch). Una tecnología con la que era posible escuchar varios programas musicales a través de la línea telefónica. Este servicio fue especialmente popular en Suiza dado que la accidentada orografía de su territorio hacía difícil una aceptable escucha de los programas radiofónicos tradicionales.  

El centro de distribución del Hilo Musical se encontraba situado en la central de Madrid Alcántara. Pero en todas las centrales había un bastidor de Hilo Musical desde el que se distribuía la señal a los “abonados” instalando el correspondiente filtro en el repartidor.  

Tanto los equipos en las centrales, como los receptores en domicilio de los clientes que se comercializaban en nuestro país, eran suministrados por Hasler AG Bern. Sus modelos se adaptaron al mercado español con nombres tales como Excelsior o Ascona. Con productos mono y estéreo, y con los altavoces integrados o no, dependiendo de la instalación requerida por el cliente.

En 1976 se fundó la S. A. de Productos Electrónicos y de Comunicación (SAPEC), que comenzó a fabricar receptores TDAF bajo la licencia de Hasler. Eligiendo para su línea de productos, nombres de compositores españoles tales como Turina, Albéniz, Granados o Gayarre.

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Para que el servicio funcionara el proceso era el siguiente:

  • Se enviaban a los clientes en banda supra acústica hasta 6 programas de música o programas de otros géneros. El cliente los seleccionaba mediante el teclado de su receptor.
  • Dichos programas se demodulaban en el receptor para ser transmitidos a uno o varios altavoces con un nivel acústico discreto.
  • A través de la línea telefónica y mediante la utilización de filtros en la red que separaban las altas frecuencias utilizadas para la música, de las bajas frecuencias (300-3400Hz utilizadas para el servicio telefónico), podían proporcionar música ambiental a residencias, oficinas, salas de espera o incluso la sempiterna música de fondo que suena en los ascensores de centros comerciales u hoteles, y que tantas veces hemos visto reflejado de manera «cómica» en el cine.

El antiguo cable solo permitía seis canales:

  • Ambiental (la conocida como música «de ascensor», basada en éxitos orquestados que tantas veces hemos visto en películas).
  • Clásica.
  • Moderna.
  • Romántica.
  • Uno de cursos de idiomas.
  • Y otro a través del cual se escuchaba Radio Nacional de España (RNE).

El cambio a On The Spot

En el año 2011, Telefónica crea On The Spot Services. Una empresa de contenidos, especializada en la activación del punto de venta con una oferta completa de servicios basados en plataformas tecnológicas propias. Esta toma COSESA como empresa gestora del servicio de Hilo Musical. Tras 40 años como marca líder en el sector de la ambientación musical, evoluciona hacia una marca que quiere ayudar a las empresas a mejorar sus resultados.

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El servicio heredero de Hilo Musical se llama Spotmusic. Se dirige al mundo de la distribución comercial ofreciendo música profesional sin cortes ni publicidad, adaptada a cada estilo y horario.

 El servicio Spotmusic se adapta a las necesidades de sus potenciales clientes gracias a: 

  • La selección de aquellos canales más adecuados para el negocio. Con una variedad de más de 8 millones de temas y más de 140 canales de música.
  • Programación de los contenidos de acuerdo a franjas horarias y días de la semana.
  • Adaptación del servicio al tamaño de cualquier empresa o local, con la equipación más adecuada para que el sonido sea perfecto en cualquier entorno. 

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