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El juego móvil ya no tiene nada que envidiar al videojuego de toda la vida

La historia de los juegos de móvil es similar a la historia del videojuego. Una que está ligada a las limitaciones técnicas de los teléfonos móviles en los que debían funcionar. Los más veteranos recordarán clásicos como Snake, Bounce o Space Impact. Juegos de móvil que venían preinstalados en los teléfonos Nokia de la época. Juegos adictivos con unos gráficos muy sencillos y que prometían horas de juego ininterrumpidas.

Pero hoy, el juego móvil puede mirar a la cara al videojuego gracias a que smartphones, tablets, ordenadores y consolas de videojuego son cada vez más parecidos. Tanto a nivel de componentes como potencia gráfica y capacidad de procesamiento. Hasta el punto de que juegos tan descargados como Fornite, Minecraft o PUBG se pueden jugar indistintamente en PlayStation, Xbox, Android o iPhone. De hecho, si eres seguidor del juego de moda, ya puedes descubrir los mejores trucos y consejos en la Living App de Fornite de Movistar+.

Durante décadas, ha habido cierta rivalidad entre las consolas de videojuego y el ordenador como plataforma de juegos. Y en los últimos años, en el juego se han incorporado los smartphones como dispositivo que permite ejecutar juegos con gran calidad gráfica.

De los primeros smartphones a las tiendas de aplicaciones

Decíamos que, al principio, los teléfonos móviles incluían juegos a modo de aliciente o complemento del teléfono. En la era de la telefonía móvil anterior al iPhone y a las tiendas de aplicaciones (App Store y Google Play), cada teléfono contaba con sus aplicaciones por defecto a las que no podías instalar más. Calendario, linterna, calculadora, bloc de notas y algún que otro juego para matar el tiempo.

Pero con la llegada de los teléfonos inteligentes todo cambió. Con ellos y con la introducción de las tiendas de aplicaciones. Éstas permitían instalar software adicional al que incluía el fabricante de cada teléfono. Así, gracias a la tienda podías instalar aplicaciones y juegos creados por terceros. Esto hizo posible la proliferación de juegos de móvil y la creación de un mercado nuevo más allá de las consolas de videojuego clásicas.

Toda una nueva generación

Nuevos desarrolladores y desarrolladores de videojuegos para consola se implicaron en la creación de juegos de móvil. Primero, portando juegos clásicos como Space Invaders, Tetris, Galaga o Pac Man. Pero pronto el sector evolucionó creando sus propios juegos de móvil.

Al igual que los primeros juegos de videoconsola primaban la jugabilidad y la diversión por encima de los gráficos, lo mismo ocurre en los primeros smartphones. Eran más potentes que los teléfonos móviles anteriores. Pero todavía estaban verdes para ejecutar determinados juegos.

En esta primera etapa surgieron juegos de móvil que aprovechaban la pantalla táctil para ofrecer una jugabilidad original y diferente. Ejemplos como Fruit Ninja no podrían haber surgido sin el smartphone. Y por el camino, juegos simples pero adictivos como Flappy Bird o Pou que encontraron su nicho en las tiendas de aplicaciones móviles.

Pero con los años hemos visto que el smartphone se ha convertido en un dispositivo potente. Una máquina que puede editar y reproducir vídeo, retocar fotografías o ejecutar juegos de ayer y hoy. En esta transición se han combinado los juegos con gráficos espectaculares junto a otras propuestas. Propuestas que apuestan por la diversión pero que ya ofrecen gráficos y efectos de sonido modernos.

Eliminando las barreras entre plataformas

Y qué decir del componente social del juego móvil. Los videojuegos más vendidos para Xbox y PlayStation eran juegos multijugador, para enfrentar dos o más jugadores por Internet. De ahí los grandes equipos eSports del momento, como Movistar Riders. Y en el sector del juego móvil ocurría algo parecido con juegos multijugador o propuestas individuales que permitían compartir tus logros en redes sociales.

Tal ha sido el éxito de los juegos de móvil sociales que han influido al sector del videojuego. Y en el caso del multijugador, como vimos antes, hay títulos muy populares que pueden jugarse online en varias plataformas de videojuego y también en smartphones o tablets.

La posibilidad de acceder a Internet y la mayor facilidad para portar juegos entre plataformas ha hecho posible que encontremos ciertos títulos en smartphones y videoconsolas por igual. Tal vez sin la misma calidad gráfica pero con poca diferencia y con la misma jugabilidad, salvando las distancias.

El juego móvil se ha convertido en un pilar básico del sector del videojuego. De ahí que grandes creadores como Ubisoft, Electronic Arts, Epic Games o incluso la propia Nintendo dieran el salto hace años a la creación de juegos de móvil en paralelo a su estrategia de videojuegos para consolas.

Otros dos fenómenos curiosos también han sido posibles gracias al juego móvil. Por un lado, la resurrección de nombres históricos del videojuego como Namco o Sega. En los últimos años han lanzado juegos de móvil aprovechando la nostalgia por sus títulos clásicos. Y en segundo lugar, la proliferación de gigantes del juego móvil que poco tienen que envidiar a los grandes del videojuego. Nombres como Tencent o King Digital encabezan las listas de desarrolladores de videojuegos por delante de otros, y eso que se limitan a juegos móviles.

El smartphone como plataforma de videojuego

Resulta cada vez más habitual entrar en la página oficial de determinado videojuego y ver una lista de botones o iconos indicando en qué plataformas se puede jugar. Y junto a los habituales Xbox, PlayStation y/o Steam, resulta ya frecuente toparnos también con los botones Disponible en App Store y Disponible en Google Play.

Gracias a la popularidad del smartphone, al uso extendido de Internet y a la facilidad para publicar juegos a través de las tiendas oficiales, integradas en el teléfono a través de su sistema operativo, el teléfono móvil se ha convertido en una plataforma de videojuegos.

Sólo hay que mirar las cifras de ventas. La consola PlayStation 4, lanzada al mercado en 2013. Ha vendido más de 113 millones de unidades. Por su parte, Xbox One, también lanzada en 2013. Ha vendido 51 millones. Y en cuanto a Nintendo Switch, que se empezó a vender en 2017, ha superado la cifra de los 68 millones de unidades vendidas.

Pero comparemos las tres principales consolas de videojuegos con los smartphones. Sólo el iPhone 11, lanzado en 2019. En la primera mitad de 2020 había vendido más de 37 millones de unidades. Y qué decir del iPhone 6, lanzado al mercado en 2014. En todo este tiempo ha vendido más de 200 millones de unidades. Superando con creces la venta de videoconsolas. Y eso que no incluimos a otros fabricantes como Samsung, Xiaomi o Huawei, que en determinados países venden más que Apple.

En definitiva, el smartphone se ha convertido en una plataforma a tener en cuenta por parte de todos los desarrolladores de videojuegos. Un dispositivo cada vez más potente y que incluso ya cuenta con modelos exclusivos para juegos. Un dispositivo con millones de jugadores potenciales y que poco o nada tiene que envidiar al videojuego de toda la vida.

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