Hasta la llegada de la conexión WiFi, para conectar un ordenador a Internet o a otro ordenador necesitábamos una tarjeta de red y un cable Ethernet. Lo que llamamos cable de red. Gracias al WiFi podemos conectar decenas de dispositivos a Internet sin cables. Algo que mediante Ethernet sería imposible. Fíjate en tu router, solo tiene cuatro entradas de cable de red.
Ambas soluciones son buenas para acceder a Internet. Cada una tiene sus ventajas e inconvenientes. Así que si te estás planteando conectar tu PS4, PS5 o Xbox a la red de redes mediante cable de red o por WiFi, conviene tener muchos aspectos en mente. Repasemos las características que buscamos en nuestra conexión online y qué opción sale mejor parada.
La velocidad
El cable es siempre la mejor opción. No hay discusión. Pero sí matices. Un cable de red te da toda la velocidad que hayas contratado. Un cable Ethernet suele ofrecer un mínimo de 100 Mbps. Vamos, el mínimo que hoy en día puedes contratar de fibra óptica. En función de la tarjeta de red y del tipo de cable de red, podemos subir hasta 1 Gbps.
Por su parte, a diferencia del cable de red, la señal WiFi puede ofrecer distintas velocidades según varios factores. Y salir exitosa. Distancia entre router y videoconsola, objetos entre ellos, dispositivos conectados simultáneamente… En teoría, si tu router es reciente, empleará WiFi 5, el estándar actual. Con la banda de 5 GHz, podrás alcanzar una velocidad máxima de 1’3 Gbps. Ten en cuenta que en el estándar anterior, WiFi 4, la velocidad máxima es de 600 Mbps. Y la siguiente generación, WiFi 6, disponible en PlayStation 5, tiene un tope máximo de 10 Gbps.
Vamos, que ambas tecnologías nos brindan más velocidad de la que podamos contratar si tenemos acceso a fibra óptica, la opción más rápida del mercado. La clave está en la fiabilidad de ambas conexiones.
La fiabilidad
Como dije en el apartado anterior, el cable es la mejor opción. No porque ofrezca más velocidad. Con los datos en la mano, la conexión WiFi da más de sí que Ethernet. Es cuestión de evolución. Pero hay que tener en cuenta que el cable de red no tiene pérdida de señal. Sí en cambio puede tenerla la conexión WiFi.
Si vas a jugar en modo local, el cable resulta también una gran opción, ya que ofrece velocidad y estabilidad sin acceder a Internet. Con todo, lo habitual suele ser jugar online y a distancia.
Que tu videoconsola esté alejada del router afectará a la velocidad recibida. También que haya paredes, muebles u otros elementos que interfieran en la señal. O, simplemente, que tengas conectados muchos dispositivos al mismo tiempo a Internet. Pero aquí podemos encontrarnos con una paradoja: para conectar la consola de juego al router vía cable de red, la consola ha de estar cerca del mismo. Y si es así, la conectividad WiFi será suficientemente buena para prescindir del cable. Con todo, podemos tirar de cable a largas distancias.
Esto no tiene porqué ser una razón de peso para todo el mundo. Lo primero es hacer una prueba o test de velocidad para comprobar si tu WiFi ofrece la velocidad y estabilidad necesarias para jugar online desde PlayStation o Xbox en sus distintas versiones. Eso puedes hacerlo desde la App Smart WiFi. Con el test de velocidad averiguarás también si tu WiFi ofrece excesiva latencia, un factor a tener en cuenta si vas a jugar online. En latencia, el cable de red es también un claro ganador, aunque el WiFi puede comportarse también en buenas condiciones.
Y si no te queda otra que tirar de la conexión WiFi, hay muchas soluciones para aprovechar toda la velocidad disponible esté donde esté tu videoconsola. Una es activar la funcionalidad gaming desde la app móvil Smart WiFi. Con la apertura de puertos de tu router Movistar, puedes priorizar la conexión sobre el dispositivo que estés utilizando. Permite sacar el máximo beneficio a la modalidad online hasta en dos dispositivos de forma simultánea. Puedes disfrutar de la mejor conectividad conectado a tu red WiFi Plus sin necesidad de cables ni conocimientos técnicos.