Cuando valoramos la calidad de una conexión a Internet nos centramos en la velocidad de subida y bajada, normalmente en megabytes por segundo y en la latencia o lag. Pero hay más factores a tener en mente si precisas de una conexión de calidad. Uno de ellos es el jitter o fluctuación del retardo. Y está relacionado con otro concepto, el ping. ¿Qué es el jitter y cómo influye en tu experiencia online?
Una buena red debe cumplir ciertos requisitos para ofrecer una conexión de calidad. Cinco son los factores que hacen buena una conexión. La más popular es la velocidad. También importa la seguridad y la confiabilidad. En cuarto y quinto lugar, la escalabilidad y la disponibilidad.
¿Y cómo encaja ahí el jitter? El jitter mide las variaciones en el ping en una línea temporal. Si el valor es alto, se producen interrupciones en la conexión. Como ocurre con el lag, cuanto menos jitter tenga nuestra red, mejor.
Qué es el jitter y cómo me afecta
En una red como es Internet, todo fluye a gran velocidad. Cuando solicitas ver una página web, desde que haces la petición hasta que ésta se carga en tu ordenador, pueden pasar unos inapreciables milisegundos. En ese tiempo, paquetes de datos han viajado kilómetros de distancia a través de redes inalámbricas, fibra óptica y cables Ethernet. Y, por desgracia, esos milisegundos pueden influir negativamente en tu conexión.
El jitter o fluctuación tiene que ver con un retraso en el envío y recepción de paquetes, la unidad mínima de comunicación que hace posible realizar una videollamada, cargar una página web, subir una fotografía a Instagram o jugar online. Ese retraso tiene que ver con una interrupción en el proceso de envío de paquetes de datos. Y si esa fluctuación es alta, supone que tu equipo acceda a Internet en inferioridad de condiciones que el resto de dispositivos. En una partida online, puede afectar a tu experiencia de juego.
¿Cuáles son las consecuencias de un jitter alto? Llamadas con retraso, interrupciones en la videollamada, ruidos de estático o eco, distorción en el audio y/o el vídeo… Y si nos atenemos al juego online, la consecuencia es que tus acciones acaben por aplicarse tarde en el juego. El clásico ejemplo en un shooter como Fortnite, con un jitter alto puedes acabar disparando a la nada.
Cuestión de milisegundos
Pero la pregunta del millón de dólares es: ¿qué valores de jitter son aceptables? ¿Entre qué valores debo estar para que mi conexión sea aceptable al jugar online? Como hemos dicho, se trata de milisegundos, un parámetro en apariencia inapreciable pero que acaba notándose con creces. En especial en tareas online relacionadas con redes y conexiones, como el juego online.
Normalmente, los expertos hablan de 20 milisegundos como techo para un jitter aceptable. Otros suben a 30 milisegundos. Lo que está claro es que por encima de esa cifra el impacto en la conexión y en todo lo que hagas en Internet se verá seriamente afectado.
Curiosamente, aunque velocidad, lag y jitter son parámetros distintos, los tres están muy relacionados entre sí, ya que unos malos valores de lag y jitter afectan a la velocidad de la conexión. Y, por el contrario, una conexión más rápida soluciona los problemas de jitter y lag.
Cómo vencer al jitter
Si te encuentras con un valor de jitter por encima de los 30 milisegundos, es posible combatirlo de distintas maneras. Las soluciones genéricas pasan por contar con un buen ancho de banda. Por ejemplo, 300 MB mejor que 100 MB de subida y/o bajada.
Otras soluciones consisten en emplear Ethernet frente al WiFi. También ayuda no colapsar el router y el ancho de banda priorizando la tarea principal, en este caso el juego online, frente a otras tareas que podemos dejar para otro momento del día. Una solución drástica consiste en acudir a la funcionalidad QoS de tu router.
El modo gaming de Smart WiFi de Movistar
¿Cómo hacer que tu conexión a Internet funcione como es debido si vas a jugar online sin tocar prácticamente nada? O lo que es lo mismo, sin tener que trastear con el router o con las opciones de configuración de tu consola de videojuegos, ordenador o smartphone.
Movistar te permite priorizar tu acceso a Internet para jugar online simplemente tocando un botón en tu smartphone. Una manera sencilla de vencer al lag y al jitter. A través de la aplicación Smart WiFi que puedes descargar gratis en iPhone y Android. De esta manera, si juegas online, el ancho de banda obtenido será prioritario frente a otras tareas como ver vídeos o hacer una videollamada.
Se llama modo gaming y se configura fácilmente. Sólo tienes que entrar en la app Smart WiFi, seleccionar el dispositivo con el que vas a jugar online desde la pestaña Dispositivos y activar el modo gaming pulsando en el dispositivo y cambiando a la pestaña Servicios Smart WiFi. Luego tendrás que pulsar en Gestionar Gaming.
Finalmente, podrás hacer varias cosas. La principal, pulsar en Priorizar. Ese dispositivo tendrá preferencia al acceder a Internet. Ideal para jugar online. También podrás abrir puertos para que funcionen mejor servicios de juego online como Stadia, Fortnite o xCloud.